Nos sentamos en una banca
para ver pasar los carros.
Iba a preguntarte:
¿por qué me quieres?
Pero recordé,
no sabía si me querías.
Entonces callé.
Luego, salí de mi cuerpo
y nos vi sentados ahí
pensando lo mismo
y callando lo mismo.
Puse mi cabeza en tu hombro,
sonreímos
y todo terminó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario