lunes, 24 de octubre de 2011

A Javier Heraud

Yo no soy un río
ni una casa
ni un viaje.
No duermo en
una manzana:
mi cuarto
no tiene corazón.
Pero estoy yo,
que soy risa,
llanto e intento.
Soy brisa, soy viento.
También vi caer
mi casa,
pero no duró
un año mi descanso.
Yo volví todos los días
con el mismo cansancio
sin haber visto
de lejos
mi ciudad.

jueves, 22 de septiembre de 2011

11 a primavera

No me pidas
que te escriba
un poema
simbolista.
No soy tan inteligente
ni tan
sensible.
No podré escribir
que tu risa es azul
o que tu voz es dulce.
Mejor
pídeme que hable
de lo que veo.
Puedo hablarte
del río de basura
que veo dos veces
al día
cuatro días
por semana.
Puedo contarte
de los niños
de ocho años
que saben más lisuras
que tú y yo.
No citaré
a Rimbaud
ni a Baudelaire.
Citaré a seres
tal vez más humanos
tal vez más mortales
que hoy
me han visto
salir del trabajo
cubierta en polvo.
Y no, el polvo no era dulce
ni alegre.
El polvo
simplemente
era
polvo.

jueves, 15 de septiembre de 2011

ochenta

Camino.
Veo y huelo
las flores.
Te recuerdo
y sonrío.
Luego me pregunto
¿por qué?
y vuelvo a reirme
esta vez en voz alta.
Pongo las manos
en los bolsillos,
sigo mi camino
y me olvido de ti.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Treinta

Uno dos cien
minutos espero
no vas a llegar
y veo a los amantes
en las combis:
les cuesta tanto
esperar a sus casas
o a un hotel
donde puedan
amarse en privado.
Pongo cara de asco
y miro a otro lado.
A mi reloj, quizás
que marca ya
mil minutos
que te llevo esperando.

martes, 6 de septiembre de 2011

El río

¿Qué deseo pediremos
al pasar por este río?
Si ya ni agua tiene
si ya ni vida carga.
Solo mugre lleva
solo impurezas trae.
Ya no hay camarones
peces
ni algas en su lecho.
Solo bolsas, basura
y pañales con caca.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Coro

Hace tiempo
que no ven
la noche.
Cuando caminan,
lo hacen mirando al piso
y con las manos
en los bolsillos.
Miran hacia ambos lados
para cruzar la pista
y casi ni sonríen.
No saben cuándo
fue la última vez
que salieron
la luna y las estrellas
porque hace tiempo
que no ven
la noche.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Santa Rosa

Santa Rosa
fue una chica
que se flagelaba
y hablaba
con mosquitos.
San Martín
hizo comer
de un plato
a perro,
pericote
y gato
y detuvo
a un sujeto
en el aire.
El 30 de agosto
no hay colegio.
¿Cuándo descansamos
por San Martín?

martes, 30 de agosto de 2011

Carta a Tarcila

Tarcila:
¿Sigues acumulando soledades? ¿Aún las cuentas o ya te rendiste? ¿Se sigue sintiendo igual que la primera vez o ya desarrollaste un mecanismo para no sentir el dolor?
Empiezas a hacerte real, Tarcila. Ya casi eres de carne y hueso. Puedo ver tus manos, cada vez más sólidas y tus ojos que han dejado de sonreír.
Y has vuelto a ser tú después de llorar esas últimas lágrimas. El llanto de esta noche fue el último, y gracias a él vuelves a vivir.
No más sonrisas, pero tampoco más lágrimas, te has dicho. Tal vez más amor, sí, pero a esos amores los conoces y sabes cómo ser con ellos y contigo.
Abres la caja, guardas el corazón. Ahí estará tranquilo y a salvo.
Ahora que eres real, inventarás historias nuevamente. Volverás a ver a las parejas en la calle y sonreirás sabiendo que nunca serás ellos. Los verás caminar de la mano, detenerse y besarse y pensarás que son unos tontos, que jamás aprenderán. Luego se irán, él la abrazará por atrás y sonreirás otra vez, aliviada de que no vas a ser ellos.
Así eres, Tarcila. Sola, triste y sonriente. Así eres y, por más de que a veces descanses de ti misma, vuelves a ti sin querer y sin darte cuenta. Ahora solo te toca aceptarte y vivir contigo, tal vez para siempre, tal vez por un tiempo.
Ahora, anda a dormir. Durmiendo olvidarás quién eres y podrás soñar con él y su recuerdo. Solo acuérdate de no llorar porque despiertas a los vecinos.


domingo, 21 de agosto de 2011

( )

Tarcila soñó miles de veces
con el encuentro.
Nunca se imaginó
que jamás sucedería.
Cuando despertó esa mañana,
sintió la soledad
que la acompañaría para siempre.
El pan se quedó en la mesa;
el vestido, colgado y planchado.
Sus sueños desaparecieron.
Despertó cien mañanas más
y siempre fue igual.
sus brazos, ya rígidos
nunca volvieron a abrazar.

jueves, 11 de agosto de 2011

Final

Cuando despertaron,
él la estaba abrazando.
Ella no quiso
deshacer ese nudo
y se quedó en el abrazo
por siempre.

domingo, 17 de julio de 2011

De un final

Días después,
cuando por fin se detuvo a pensar,
lo sintió:
estaba triste,
vacía.
Había sentido lo mismo
millones de veces,
esas millones de veces
en las que había dejado ir
a millones de amores.
Y conocía bien el sentimiento
de un corazón a punto de romperse.
Abrió los ojos y se vio las manos y los pies
(ya sin él)
y pensó que era el final.
No quiso aceptarlo.

lunes, 20 de junio de 2011

Finito

Se dejó amar en una cama ajena.
Y era tan ajena, 
que ni siquiera le pertenecía a él.
Ella le dijo "te quiero"
esperando escuchar algo a cambio.
Lo que no esperaba oír
era el jadeo del placer
del amor fingido.
Cerró fuerte los ojos
e imaginó que esa escena 
no sucedía en una cama fugaz,
en una cama que más tarde sería de otros.
Cerró fuerte los ojos
e imaginó que estaba en una cama eterna
con un amor eterno
con el placer eterno.
Más tarde despertó sola,
él ya se había ido.
Aunque quiso, no lloró.

sábado, 28 de mayo de 2011

Camino

Ahí no estaba prohibido
pisar el pasto.
Todos podían pararse encima de él,
caminar, echarse y comer:
eran libres.
Luego, vino el hombre
y oprimió.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Uno o doce

Un buen día apareció con sus uñas comidas y sus lentes cuadrados. Se interesó en ella, le preguntó por su trabajo. Ella le contó y se fue. Luego, él fue abriendo un túnel, con su pala y su linterna, hasta ella. Ella no escuchaba el constante cavar del otro lado y seguía su vida. Así como era, como siempre fue. Estaba en su lado y lo que pasaba fuera de él no importaba. Pero un día, vio cómo la tierra se levantaba y del hueco salió él. Ahí estaba parado: con sus uñas comidas, sus lentes cuadrados, su pala, su lámpara y sus "a las 12 me voy a dormir". Así que hablaron todos los días hasta la media noche. A esa hora se acostaban, y ella pensaba en lo que estaba pasando. Tal vez no entendía, tal vez no lo quería entender.
Al poco tiempo, él llegó nuevamente con sus uñas comidas, sus lentes cuadrados, su pala, su lámpara, sin su "a las 12 me voy a dormir" y con su carro azul. "Vengo a buscarla" dijo él. "Ya la encontraste" contestó ella. Y cuando le contaba sus cosas, el reía con la boca cerrada. "Qué lindo" pensaba ella. Y desde ahí, ese túnel que él había cavado se cerró. Pero él no regresó a su lado: se quedó en el de ella. El espacio no era muy grande, así que poco a poco fueron haciéndose uno, era la única forma de estar cómodos.
Y se quedaron así, con sus uñas comidas, con sus lentes ahora redondos, sin la pala ni la linterna porque ya no las necesitaba, con su "no me voy a ningún lado", su carro azul y su corazón.

sábado, 21 de mayo de 2011

sin título

Recordé un portón
pintado de colores
y tu ausencia
detrás de él.
Reviví tu voz
y el sonido de tu guitarra
y sonreí.

sábado, 7 de mayo de 2011

Buenecitos. HORA

Me dijo que le gustaba mi olor.
Yo ya ni lo sentía, de lo lejos que estaba.
Pero él lo conoció. Lo reconoció.
Lo multiplicó e hizo que yo lo sintiera otra vez.
Ese olor a mí, ese olor de haber crecido sin brazos a los que correr.
Me miró y me volvió a conocer.
Mis ojos, mis manos.
Toda mi piel volvió a mí en un instante.
Regresé a mi vida en él.

lunes, 2 de mayo de 2011

Lejos

Tarcila lo percibía en su cama
lo sabía a su lado
abrazándola por la espalda.
Lo sentía respirar en su cuello
besar cada una de sus pecas:
no era un sueño
estaba físicamente ahí,
eran su olor, su voz, su piel
lo que la abrazaba.
Y al momento del amor,
no pudo tenerlo.
Su fantasía, su tan real fantasía
la había engañado una vez más.

domingo, 17 de abril de 2011

/sin título/

Yo creo en tu sonrisa
y en el amor.
Pero también creo en tu odio
en tu desprecio.
Y creo en el bien y en el mal
creo en Dios.
Creo en tus mentiras
y en tu creación.
Creo en tus golpes,
tu desdén.
Creo en ti y en mí.
Creo en lo que tú crees
pero sobretodo
creo en lo que yo creo
en lo que yo he vivido,
en lo que yo he visto
sentido
encontrado
llorado
reído.
Creo en ti, pero sobretodo
creo en mí.

domingo, 3 de abril de 2011

Sueño

Por varios días seguidos, Tarcila había soñado que amaba a un hombre sin rostro. Cuando abría los ojos, no entendía bien qué había pasado, por qué había dado tanto a un desconocido, sintiendo que lo conocía de años. A la tercera noche, el hombre tuvo un rostro: era él, el de siempre. Cuando despertó, Tarcila recordó el sueño y lo comprendió todo. Siempre había sido el mismo hombre, el que había estado con ella por más de mil años y que no tenía intención de abandonarla. Cuando despertó, lo hizo con una sonrisa.
No pudo esperar a la noche, para volver a soñar.

jueves, 24 de marzo de 2011

Tarcila a dos meses de

Tarcila vive siempre, 
y siempre muere.
Vuelve a nacer y a ser ella en mil.
Tarcila mira a las parejas y las envidia, 
sin darse cuenta de que ella
forma parejas en su mente
todos los días.
Es Tarcila la que llora
la que sueña
y la que ríe pensando en lo que podrá ser.
La que llora de emoción en su fantasía
y la que se deshace en su dolor.
Es Tarcila aquella que no sabe no sufrir.
Es Tarcila la que vive mirando al suelo
pero soñando con el cielo.
Tarcila y su piel descuidada
su pelo
sus piernas
el sexo
su amor.

domingo, 20 de marzo de 2011

(sin título)

Cuando respiraba, sentía el olor de él sobre sus hombros.
Sin darse cuenta, él ya estaba con ella todo el día,
todos los días.
Sin querer, sus olores se habían hecho uno solo
y olvidó lo anterior a él.
Con todo el corazón, fue ella en él
y lo respiró.

domingo, 27 de febrero de 2011

A propósito de

Sin saber que tú también lo hacías, yo te buscaba. Buscaba tus ojos y tu sonrisa, porque la mía se estaba terminando. Como si fuera dejando de existir, mis manos empezaron a desaparecer y no podía tocar tu imagen.
Cuando me encontraste, no te diste cuenta de que la sonrisa que viste en mí era nueva. No había sonreído en tanto tiempo, que hacerlo casi me dolía. Pero el dolor fue bueno y lo disfruté porque te tenía al frente. Mis manos aparecieron y no toqué tu recuerdo o tu idea: te toqué a ti. Mientras pasaba mis manos por tus ojos y tu boca, pude verte de nuevo. Me miraste y fuimos uno por fin.

miércoles, 9 de febrero de 2011

sin título

Cuando abrió los ojos, no estaba donde esperaba. "¿Estuve soñando?", se preguntó. Pero sabía que no había sido un sueño.
Trató de dormir, quizás algo le diría dónde se encontraba y cómo llegar a su destino, pero no lo consiguió.
Seguiría encerrada en su metro cuadrado de realidad, tratando de huir hacia su fantasía.

martes, 1 de febrero de 2011

(des)aparecer

Ese día, apareció de todas las maneras posibles. Cuando lo vio por primera vez, no sabía bien si era definitivo, así que no lo tocó. Luego, el día fue avanzando y él fue haciéndose más real. Sus formas y sus colores eran cada vez más concretos, más tangibles. Sus ojos y su sonrisa se tornaron más expresivos y de su boca casi salen las palabras que ella siempre había querido escuchar.
Así, la acompañó durante la jornada, y ella se sintió bien. Solo cuando lo sentía necesario, le hacía comentarios sobre lo que hacía, sobre su trabajo, sobre sus planes de fin de semana. Él, desde su virtualidad, la escuchaba sin decir nada aún, pero sonriendo gigante, como solo él sabía hacerlo. Y a ella le bastaba con mirarlo y sentirse acompañada, sentirse bajo su protección.
Cuando se fue a dormir, lo hizo con la seguridad de encontrarlo ahí a la mañana siguiente. Se echó a su lado de la cama, dejando la mitad del espacio para él. Cerró los ojos y soñó con el romance del día y con el romance por venir.
Al despertar, se encontró con una cama vacía y no tuvo con quién compartir su día ni sus planes.

domingo, 2 de enero de 2011

Improvisación simple

me miras desde tu recuadro
y siento las hormigas en los pies
¿estuve mucho tiempo en la misma posición?
¿o así se siente el amor?
¿nervios?
la pasión.
no puedo sentir tu olor porque estás lejos
no escucho tu voz
tu risa
y tu caminar
no puedo tocarte
y no podría así te tuviera al lado
me cohíbo
me intimidas con tus ojos
y tu no sonrisa
tu mirar tan melancólico que da amor
yo quería que fueras mi amante de domingo
my sunday lover
pero no te conocí
ni te conoceré
ni hoy ni en un millón de años
ni de años luz
seguirás mirándome desde tu recuadro
o al menos eso pensaré
y no hablaremos nunca fuera de mis fantasías
de adolescente
de adulta adolescente
tus ojos me mirarán igual que me miran otros miles
de ojos en recuadros
de ojos muertos 
te quería invitar a pasar
pero ya estás adentro
te quiero invitar a salir
¿cómo?
no quiero una cita, no
quiero que salgas de aquí
y que te lleves tu recuerdo
el que construí sin ningún fundamento
porque no sucedió
recuerdo lo que no viví
y lo que es real se escapa de mi memoria
contigo, con tu recuadro
con el amor que sale de tus ojos
no me besarás 
sáraseb em on
sáraseb em on.