jueves, 11 de febrero de 2010

Julio

Esa voz, esa voz que yo escucho y me provoca abrazarla.
Y si viene con música, con música me hace llorar.
Y yo no lloro.
No lloro lágrimas, lloro algo más o algo menos, pero algo diferente.
Son suspiros y sonrisas.
Porque cuando quiero llorar, yo sonrío.
Y cierro los ojos cuando te escucho, tan tierno, tan enorme.
Cierro los ojos, sonrío y respiro hondo, para suspirar largo y fuerte.
Me muerdo los labios, qué rápido lees, qué rápido hablas.
Una delicia.
Y dices plaf y dices adiós gotas, adiós.
No te estoy prestando atención, no lo necesito porque solo tengo que oir tu voz para sonreir.
Cómo no estás aquí.

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