lunes, 31 de mayo de 2010

Sonreir

Saber que por fin puedo verte a la cara sin sentir náuseas.
Saber que si lloro, mis lágrimas son de felicidad y sonrío detrás de ellas.
Saber que si te pienso es de casualidad, no porque te busqué.
Saber que ya no mandas en mi cerebro, que ya no mandas en mi vida.
Saber que puedo ser yo, que puedo vivir, que he vuelto a creer en mí.
Saber que ya no te pienso en un nosotros, en un suspiro casi ahogado.
Saber que esa angustia que sentía se fue lejos, tal vez fue a buscarte, porque ya no la necesito.
Saber que los clavos que me mantenían anclada al piso por fin se oxidaron y se destruyeron y me dejaron andar.
Saber que eres tú muy lejos de mi, saber que soy yo muy dentro de mi.
Saber, solo saber, solo sentir, solo querer.

domingo, 30 de mayo de 2010

1500 piezas

A veces me olvido de tu cara y me viene por pedacitos. Yo los junto como un rompecabezas y armo tu imagen en mi mente. De vez en cuando inclusive vienes con olor -así de avanzados somos- y yo sonrío por tenerte en la memoria a pesar de que nunca te tendré en el abrazo.

miércoles, 26 de mayo de 2010

(sin título)


Ahora sí gritó. De frío, porque la nieve le estaba entrando por los zapatos rotos, porque yéndose camino de la plaza iba Alina Reyes lindísima en su sastre gris, el pelo un poco suelto contra el viento, sin dar vuelta la cara y yéndose.
Lejana
Julio Cortázar



Pensó que era su reflejo, pero cuando vio bien, se dio cuenta de que era la imagen de alguien más al otro lado del vidrio.
Pensó que se veía diferente, que se movía diferente, que olía diferente, pero era alguien más, no era ella, era una lejana, una antípoda, una que solo vivía en su imaginación y que se estaba concretando ahí, al otro lado del vidrio.
De todas maneras era imposible. Estaba cerca, cerquísima, pero las dividía una barrera de vidrio y el carro que la llevaba automáticamente quién sabe a dónde. Se separaban, no podían estar juntas, ella sabía bien qué pasaría en el abrazo porque había leído esa historia miles de veces.
Las ruedas siguieron girando, se alejaron por única vez, ya no la veré, el peligro ha pasado, ya no escribiré sobre ella, ya no sufriré por ella, ya no más.
Seguirá siendo la lejana, seguiré tratando de ignorarla, seguiré siendo yo sola.
No confundiré mi reflejo, porque ahora será siempre mi reflejo.

sábado, 22 de mayo de 2010

nos estamos atreviendo a más, tarcila.
nos estamos dejando llevar.
desapareció la barrera que teníamos
y nos estamos atreviendo a más.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Historia

No querías que ese instante acabara.
El mundo era de los dos, ese cuarto era el universo.
No querías que ese instante acabara y lo alargaste lo más posible.
Lo retuviste en tus brazos, cerraste los ojos en él.
No te diste cuenta, pero esa noche sonreiste en sueños.
Él sí lo vio, él te estuvo mirando toda la noche,
tampoco quería que ese instante acabara.
Pero los dos sabían que todo tiene su final,
solo que tú esperabas un segundo capítulo,
regresar a esa cama, a ese techo bajo ese sol.

Tarcila, él ya escribió el final, deja ya de escribir tú la historia por tu cuenta.

sábado, 15 de mayo de 2010

Eureka

Ya sabemos qué te pasa, Tarcila.
Lo que ocurre contigo es que nunca dejaste cicatrizar tus heridas. No cicatrizaron y no se borraron.
Lo que hiciste fue quemarlas con un fierro y dejaron marcas más profundas y más feas, como para no dejarte olvidar tu dolor.
Ese es tu problema, mi Tarci.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Post-guerra

Hoy han contado su historia los vencidos.
Hicieron una bandera de retazos
y lograron hablar.
Yo los escuché con atención,
y lloré sus lágrimas,
que también eran mías.
Hoy hemos encontrado el corazón
que está a la izquierda de nuestro universo
tan grande y tan hondo
que es difícil conocerlo todo.

lunes, 10 de mayo de 2010

Guerra

Son miles de piernas marchando
los ojos miran a ningún lugar
 y las botas rompen el piso en el apuro.
Las palmas abiertas,
los dedos muy juntos
y la banda que no deja de tocar.
Sé que vienen por mi
y yo no puedo salir, no me puedo ir.
Me escondo,
me muerdo las uñas.
me olvido del mundo
quiero desaparecer.
No
no
no
No me van a llevar.
No van a poder cargar mis huesos.
No verán lo que mis ojos vieron.
No oirán lo que mis oidos oyeron.
No olerán lo que mi nariz olió.
No sentirán lo que mis piel sintió.
No me van a llevar.
Regreso al vientre de mi madre
y me refugio en su oscuridad
quiero volver a aprender
volver a vivir
volver a llorar.
Y golpear el dolor,
no me van a llevar.

domingo, 9 de mayo de 2010

Ay, Tarcila

Ay, Tarcila, cuándo no enamorándote de extraños.
Te has enamorado otra vez, sabiendo que no vas a llegar a nada, sabiendo que a ese nuevo desconocido no lo vas a volver a ver.
Lo buscarás en redes sociales. ¡Ni siquiera sabes su nombre! Pero lo encontrarás.
Ay, Tarcila.
Seguro esta noche te quedarás dormida imaginando que se encuentran, y que esta vez, ese trago que te invitará durará más que lo que el vaso diga.
Y te invitará a bailar. Te agarrará de la cintura, te apretará fuerte contra él y tú apoyarás tu cabeza en su hombro, agarrarás su mano con fuerza y no querrás soltarlo. Sonreirás imaginándolo. Pero sabes que no sucederá.
Ay, Tarcila.
Mantendrás esta ilusión vacía y sin fundamentos, y será lo que te ayude a sonreír por varios meses.
Ay, Tarcila.
Ay.

sábado, 8 de mayo de 2010

Increíble

Increíble para mi es marearme cuando sé que te acercas.
Sentir náuseas cuando sé que te voy a ver con ella.
Increíble es que mi cuerpo reaccione cuando amenazas con aparecer.
No poder contener las lágrimas -yo, que no lloro- cuando sé que nunca seremos.
Increíble me parece rezar por ti antes de dormir.
Y despertar contigo en la cabeza.
Increíble es que seas el protagonista de todos mis sueños.
Y de todas mis fantasías.
Increíble creo que es sentir el amor que siento por ti.
Que lo único que quiera sea verte y abrazarte.
Increíble es que existas en mi recuerdo y que no estés en mi presente.
Saber que tampoco estarás en mi futuro es inconcebible.

jueves, 6 de mayo de 2010

Utopía

Has dejado tu aroma impregnado en mi pelo. ¿Cómo se supone que viva sin ti?
Todos los días te apareces en mis sueños. Todos los días añoro tu abrazo. Todos los días imagino ese momento en el que dirás "te quiero" y yo seré feliz en ti.
La ciudad ya no será más triste en mi recuerdo y la conquistaremos juntos una vez más, con una botella de vino en una mano y cada uno en la otra. Lima será nuestra y celebrará nuestra alegría con su cielo gris y su garúa menudita.
Mis sueños ya no dejarán esa melancolía que suelen dejar, esa angustia que me acompaña hasta el medio día y que vuelve cuando me meto a la cama. Mis sueños serán tan reales como tú cuando me miras de cerquita.
Una vez más, tú y yo seremos uno y tendremos la fuerza de mil torbellinos. Nadie nos podrá parar, nadie nos olvidará.
Todo eso, cuando mis fantasías de sonámbula diurna se hagan realidad.

sábado, 1 de mayo de 2010

Años

Llegaste con nombre y apellido.
Con ojos, con manos y con pies.
Llegaste con un oficio.
Yo ya sabía de qué partido eras,
quién era tu empleador.
Conocía al detalle tus ideas,
sabía qué decir para dejarte ganar en los debates.
Llegaste con tanto amor para dar,
con tanta emoción,
que el final me agarró desprevenida.
El final, como tú, llegó sin avisar,
demasiado rápido, demasiado normal.

Te fuiste con tu nombre y apellido.
Te llevaste tus ojos, tus manos y tus pies.
Tu oficio, tu partido político.
Al empleador lo habías perdido hacía tiempo.
Te llevaste mis horas de sueño,
te llevaste miles de lágrimas que no quería soltar.
Te llevaste mi amor, el amor que sentía por mí.
Claro, también te llevaste tu amor, el que tú sentías por mi.
O no sé quién se llevó ese, pero desapareció.